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¿Qué imagen te viene a la mente cuando piensas en la belleza clásica de la antigua Kioto? Tal vez calles adoquinadas, casas machiya con muros de madera oscura, noren ondeando al viento, y el suave aroma del incienso o el té matcha flotando en el aire… todo guiándote hacia un templo histórico al fondo.
Existe un lugar en Kioto donde ese paisaje ideal cobra vida y puedes recorrerlo con tus propios pasos.
Se trata de Ichinenzaka, Ninenzaka y Sanneizaka.
Estas tres cuestas tradicionales que conducen al Templo Kiyomizu te permitirán caminar por esos paisajes que tantas personas imaginan al pensar en “el viejo Kioto”.
En este artículo te presentaremos con detalle el encanto de estos caminos que mejor conservan la esencia de Kioto, y te mostraremos cómo recorrerlos para disfrutar al máximo de su atmósfera nostálgica.
Las calles presentadas en este artículo—Ichinenzaka, Ninenzaka, Sanneizaka y la calle Yasaka—están conectadas entre sí formando una ruta continua. Se pueden disfrutar junto con una visita al Templo Kiyomizu como parte de un paseo turístico. Comencemos ubicándolas en el mapa.
Muchos turistas toman solo la cuesta de Kiyomizu-zaka para llegar directamente al templo. Aunque es la ruta más corta, si deseas encontrarte con los paisajes más bellos del Kioto clásico, te recomendamos tomar el camino que presentamos a continuación.
Al iniciar el recorrido desde la zona de Kōdai-ji o el Santuario Yasaka, lo primero que verás será Ichinenzaka. Esta pequeña cuesta de menos de 100 metros suele tener pocos visitantes, lo que permite pasear con tranquilidad y disfrutar de su atmósfera apacible.
Hay varias teorías sobre el origen del nombre, pero la más aceptada es que al estar ubicada antes de Ninenzaka, se le llamó “Ichinen” (un año). Y al escribirse “一念” (pensamiento profundo) en lugar de “一年” (un año), se le atribuye el significado de una cuesta por donde se “reza con fervor” camino al Templo Kiyomizu.
Aunque fue construida en 1992, es una calle relativamente nueva que evoca un aire antiguo gracias a su pavimento de piedra y casas tradicionales que parecen haber estado allí desde siempre.
En Ichinenzaka encontrarás tiendas artesanales como Kurafuto Ichinenzaka, así como cafeterías acogedoras ubicadas en antiguas casas machiya como 362 Cafe. También hay tiendas únicas como Kanaami - Tsuji, especializada en cestería metálica artesanal. Todo ello permite disfrutar de la profundidad de la cultura de Kioto en un ambiente sereno.
Ninenzaka es una encantadora cuesta de piedra flanqueada por casas machiya que albergan tiendas de artesanía japonesa, dulcerías tradicionales y cafés con estilo. Cada rincón exuda la esencia de Kioto. Esta calle conecta directamente con Ichinenzaka.
El origen de su nombre también tiene varias teorías. Una indica que fue construida en el año 2 de la era Daidō (807 d.C.), y otra dice que, al encontrarse debajo de Sanneizaka, se le dio el nombre de “Ninen” (dos años).
A cada paso descubrirás paisajes que invitan a tomar fotos. Ver a turistas caminando en kimono o yukata junto a las casas machiya crea una atmósfera muy pintoresca, ideal para capturar la esencia de Kioto.
Puedes entrar a tiendas de artesanía que te llamen la atención, o tomarte un descanso con algún dulce de matcha. Este camino está lleno de esos pequeños placeres que hacen que los desvíos en el viaje valgan la pena.
Sanneizaka es una cuesta adoquinada con una suave curvatura, bordeada por casas machiya que le dan una forma elegante y pintoresca. Es un lugar donde el entorno te invita constantemente a tomar fotografías. Aquí abundan tiendas de souvenirs, dulcerías y artesanías que hacen aún más agradable el paseo. Esta calle también conecta con Ninenzaka.
Una de las teorías más conocidas sobre el origen del nombre “Sanneizaka” es la relacionada con oraciones por un parto seguro. Se dice que Nene, la esposa de Toyotomi Hideyoshi, solía subir esta cuesta desde su residencia en Kōdai-ji para rezar en el Templo Kiyomizu deseando tener un hijo. Así, la cuesta fue llamada “Sanneizaka”, es decir, la cuesta donde se “reza por dar a luz”.
El paisaje formado por piedras y casas tradicionales representa exactamente la imagen de Kioto que muchos tienen en mente, lo que atrae a turistas que desean capturarla en fotos.
Sanneizaka es un lugar donde todo lo que ves se convierte en una escena memorable del viaje. Caminar sobre sus piedras te permite sentir profundamente el espíritu de la antigua Kioto.
Después de recorrer Sanneizaka, no puedes dejar de visitar la calle Yasaka. Esta calle adoquinada que atraviesa de este a oeste el distrito de Higashiyama ofrece una vista espectacular de la pagoda de cinco pisos del templo Hōkan-ji, conocida cariñosamente como la “Pagoda de Yasaka”.
A ambos lados de la calle encontrarás cafeterías con encanto, tiendas de dulces y boutiques con artículos de diseño, todas en casas machiya tradicionales. Pasear por aquí levanta el ánimo automáticamente. Uno de los puntos más populares es el mirador con la pagoda de fondo. La suave pendiente de la calle y la disposición de los edificios hacen que, al darte la vuelta, la pagoda aparezca en el encuadre perfecto. Esta escena aparece con frecuencia en folletos turísticos y redes sociales como una imagen icónica de Kioto.
A diferencia de otras, la calle Yasaka no es una cuesta pronunciada, por lo que es muy fácil de recorrer. Alejándote un poco del bullicio de Sanneizaka, podrás redescubrir la esencia de Kioto en un ambiente más tranquilo. Especialmente durante la mañana o el atardecer, cuando hay menos gente, la atmósfera se vuelve aún más mágica.
La calle Yasaka es una continuación natural de Sanneizaka. Si bajas sin girar hacia Ninenzaka, el camino se convierte directamente en la calle Yasaka.
Visitar esta calle junto con Sanneizaka te permitirá disfrutar aún más de la belleza del antiguo Kioto.
Ichinenzaka, Ninenzaka y Sanneizaka son calles con personalidades distintas pero conectadas como un solo camino. Solo al caminar por ellas podrás percibir gradualmente sus cambios de atmósfera y sus encantos.
La mejor manera de disfrutarlas es comenzar en Ichinenzaka y terminar en el Templo Kiyomizu. A medida que avances, sentirás cómo el entorno pasa de la tranquilidad a la animación, haciendo que la belleza de Kioto florezca con cada paso, como si estuvieras viviendo una historia.
En el camino de regreso, no olvides pasar por la calle Yasaka para tomar una foto con la pagoda de fondo. Esta es la ruta perfecta para disfrutar plenamente de la visita al Templo Kiyomizu.
Aunque estas calles llevan “zaka” (cuesta) en su nombre, la mayoría de sus tramos no son empinados, y hay muchas zonas planas. Los caminos están bien mantenidos, por lo que incluso si llevas un kimono alquilado, puedes caminar sin problemas. Cada paso revela un nuevo paisaje, elevando naturalmente tu estado de ánimo. Es una de las mejores rutas a pie que Kioto tiene para ofrecer.
“Quiero caminar por las hermosas calles del antiguo Kioto”.
Con ese deseo en mente investigué antes de mi viaje, pero no logré encontrar una respuesta clara.
Sin embargo, al llegar a Kioto, descubrí este recorrido. Sus calles llenas de historia, la vitalidad de sus visitantes y la serenidad de sus casas machiya me convencieron: aquí es donde realmente puedes disfrutar la belleza de la antigua Kioto.
Hay paisajes de Kioto que solo se descubren caminando.
Ichinenzaka, Ninenzaka y Sanneizaka son calles con historia y carácter propio, pero al recorrerlas todas seguidas, el paisaje de Kioto cobra vida como una historia unificada y conmovedora.
Si visitas Kioto, asegúrate de recorrer Ichinenzaka, Ninenzaka, Sanneizaka y la calle Yasaka.
