A las playas de la isla Ikei, a un corto trayecto en coche desde la isla principal de Okinawa
La isla Ikei es una pequeña isla conectada a la isla principal de Okinawa por un puente, lo que la hace fácilmente accesible en coche.
Las playas aquí son famosas por su gran transparencia, atrayendo cada año a numerosos visitantes para nadar, hacer esnórquel y practicar deportes marinos.
En esta ocasión visitamos la playa Odomari en noviembre, temporada baja para el turismo.
Aquí mostramos cómo luce la playa justo antes del invierno.
Para más detalles sobre la playa Odomari, consulta la siguiente guía.
Al llegar en coche hasta la puerta de entrada, un miembro del personal se acerca directamente al vehículo.
Pagamos la tarifa de uso (Adultos: 500 yenes) sin bajarnos, y el personal nos indicó el estacionamiento donde dejamos el coche.
Estacionamiento
El estacionamiento se encuentra justo al lado de la puerta de entrada de la playa Odomari. Probablemente tenga capacidad para un poco más de 10 coches.
Como el personal te guía, no deberías tener problemas para encontrar un lugar cerca de la playa.
Tienda de playa (edificio de gestión)
Este es básicamente el edificio de gestión. Dentro encontrarás vestuarios, duchas, baños y una sala de primeros auxilios, además de servicio de alquiler y una pequeña tienda.
Personal amable
El personal fue alegre, accesible y acogedor, creando un ambiente cálido y cercano.
Una playa hermosa con condiciones perfectas para el esnórquel
La playa tiene olas tranquilas y aguas muy claras, lo que la convierte en un lugar ideal para practicar esnórquel. La playa Odomari permite nadar en un área designada de hasta 2–3 metros de profundidad, lo que la hace una de las más adecuadas para esnórquel en la isla Ikei.
Para nuestra sorpresa, la arena estaba casi completamente libre de basura.
Esto demuestra lo bien mantenida que está la playa. Playas tan limpias como esta son realmente poco comunes.
Una isla accesible con una playa bien cuidada y aguas cristalinas
La playa Odomari es especial porque se puede llegar directamente en coche desde la isla principal de Okinawa, y no está demasiado lejos de Naha.
Está muy bien cuidada, sin basura a la vista.
No hay muchas playas que combinen acceso sencillo con aguas tan cristalinas, lo que la convierte en un auténtico tesoro escondido.
Al marcharnos, el personal incluso nos despidió agitando la mano, dejándonos una cálida impresión de quienes gestionan la playa. Realmente sentimos que fue un lugar estupendo para visitar.