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Si visitas Matsuyama, en la prefectura de Ehime, vale la pena conocer un restaurante especial que solo los locales conocen.
Al preguntarle a un amigo que vive en Matsuyama por un buen sitio de yakitori, el primer nombre que surgió fue “Torisho”.
Ubicado en un callejón tranquilo justo detrás del bullicioso distrito de Okaido, este restaurante tiene un aire reservado y es frecuentado por clientes habituales.
Puede parecer intimidante entrar sin conocerlo, pero el sabor y el ambiente hacen que valga la pena.
Tal como decían, es difícil conseguir lugar: logré sentarme en la barra justo al abrir. (Se recomienda reservar).
Más allá del sabor del yakitori, lo que me cautivó fue la atención del dueño y la tranquilidad del lugar.
Torisho es un restaurante especializado en yakitori, situado en un callejón de Okaido, Matsuyama. Es conocido por sus brochetas a la parrilla hechas al carbón y una atención cálida, lo que le ha ganado el cariño de la clientela local durante años.
Apenas entras, lo primero que ves es una barra en forma de U que domina el interior.
Aunque tiene pocos asientos, el contacto cercano con la parrilla te permite disfrutar del sonido y aroma de las brochetas cocinándose.
Cada lugar tiene una bandeja individual, lo que genera un ambiente cómodo para quienes van solos.
Muchos clientes habituales lo visitan sin compañía, y se puede disfrutar la comida con tranquilidad.
Delante de la barra hay una vitrina con brochetas preparadas y listas para asarse.
Cada una se cocina al momento, y observar la preparación es parte de la experiencia.
Uno de los atractivos de Torisho es el precio: las brochetas cuestan entre ¥70 y ¥320, y todas están cuidadosamente preparadas.
Son pequeñas y fáciles de comer, lo que permite probar muchas variedades.
| Nombre | Precio |
|---|---|
| Kawa (piel de pollo) | ¥70 |
| Oyadori (muslo de pollo maduro) | ¥110 |
| Kimo (hígado de pollo) | ¥110 |
| Cuello de pollo | ¥110 |
| Negima (muslo de pollo con puerro) | ¥110 |
| Hatsu (corazón de pollo) | ¥110 |
| Sunazuri (molleja de pollo) | ¥110 |
| Panceta de res | ¥210 |
| Panceta de cerdo con puerro | ¥210 |
| Momo (muslo de pollo) | ¥250 |
| Alitas de pollo | ¥250 |
| Sasami con mentaiko (pechuga de pollo con huevas de bacalao picante) | ¥320 |
| Alitas con mentaiko (con huevas de bacalao picante) | ¥320 |
| Setas shimeji envueltas en cerdo | ¥210 |
| Setas enoki envueltas en cerdo | ¥210 |
| Shiso (perilla) envuelto en cerdo | ¥210 |
| Cerdo con huevo de codorniz | ¥210 |
| Tsukune (albóndiga de pollo) | ¥110 |
| Huevo de codorniz | ¥160 |
Como aperitivo, sirven col fresca que combina muy bien con la primera bebida.
El menú es variado, con opciones clásicas, vegetales y creativas.
El punto de cocción es perfecto: crujiente por fuera, jugoso por dentro.
Empieza con lo clásico: “Kawa” por ¥70 y “Negima” por ¥110.
El aroma a parrilla y la cantidad justa de grasa son adictivos.
Después vienen el “shiitake”, “cerdo con puerro” y “shishito”. Las verduras asadas con carne van muy bien con el alcohol.
Otras brochetas suaves como el “shiso envuelto” o la “berenjena” también son populares.
El aroma del shiso y lo jugoso de la berenjena dan un toque fresco.
Las brochetas más contundentes como “sasami con mentaiko” (¥320) o “alitas” (¥250) también merecen un lugar.
La carne es sabrosa y está perfectamente sazonada.
El asado al carbón resalta el sabor natural de los ingredientes.
Cada brocheta muestra dedicación y ofrece más satisfacción de la que su precio sugiere.
Si miras alrededor, verás desde clientes habituales bebiendo solos hasta familias locales reunidas.
La sencillez y la comodidad explican por qué este restaurante es tan querido.
Atendido por una familia local, destaca tanto por su ritmo ágil en la parrilla como por su servicio cálido.
Incluso quienes vienen solos pueden relajarse y disfrutar de su comida, lo que genera muchos clientes recurrentes.
Mientras saboreas una brocheta y tomas tu bebida, el tiempo parece pasar más lento en este lugar tranquilo.
Ya sea que estés de visita o terminando tu jornada laboral, Torisho es un restaurante confiable que los locales aprecian.
Brochetas hechas con dedicación, ambiente relajado, y un dueño amable y cercano.
Aunque no sea un sitio lujoso, tiene el poder de dejarte plenamente satisfecho.
Su reducido número de asientos también contribuye a su encanto.
Es uno de esos lugares que uno quiere recomendar, pero también mantener en secreto.
Se recomienda reservar con anticipación.
Si quieres disfrutar del yakitori en Matsuyama, no dudes en visitar Torisho.
