- Umai-ya: Tesoro de Takoyaki de 70 Años en Osaka, en Tenma
- Explora Umai-ya, una tienda de takoyaki de 70 años en Tenma, Osaka. Bolas de pulpo crujientes por fuera y suaves por dentro, amadas por los locales y destacadas en la Guía Michelin.
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El barrio de Tenma, en Osaka. Al caminar por los estrechos callejones al norte de la estación JR Tenma —zona conocida como “Ura-Tenma”— una suave fragancia de salsa flota desde las esquinas. Aquí existe un pequeño puesto de takoyaki que ha sido querido por locales y viajeros durante muchos años.
Este lugar se llama Hiroko, conocido por muchos como el sitio del “takoyaki dorado que trae buena suerte”. Su sabor tierno, casi reconfortante, junto con la calidez de la dueña, continúan atrayendo a la gente de manera silenciosa.

Takoyaki Hiroko es un puesto callejero tradicional en Tenma, Osaka. La masa se prepara con más huevo de lo usual y se cocina con cuidado para lograr una textura suave y cremosa. Ese sabor delicado ha hecho que sea una parada querida por los vecinos durante años.
| Elemento | Detalles |
|---|---|
| Dirección | 5 - 6-3 Tenjinbashi, Kita - ku, Osaka |
| Acceso | A unos 2 minutos a pie desde la estación JR "Tenma" |
| Horario | 11:00 - 17:00 |
| Días de descanso | Irregular |

En una pequeña esquina del callejón, la gente se reúne alrededor de la plancha. A través de la cortina, se puede ver la masa, rica en huevo, inflándose lentamente. La dueña voltea cada pieza con habilidad, y una nube suave de vapor se eleva cada vez que lo hace.

Los clientes reciben sus takoyaki en el mismo mostrador y suelen comerlos de pie. El pequeño espacio frontal funciona como una barra donde caben alrededor de 3 a 4 personas.

No importa si son viajeros, oficinistas o vecinos: todos esperan sin prisa. Aunque haya fila, el ambiente nunca es apresurado. La gente se da paso con naturalidad, con pequeños gestos amables. La frase suave de la dueña, “Tómalo con calma”, parece marcar el ritmo tranquilo del lugar.

El tiempo disfrutando el takoyaki recién hecho puede ser breve, pero la calidez que se siente en esos instantes es una de las razones para volver.

En Hiroko solo hay un plato: takoyaki. Los pedidos comienzan desde 10 piezas. El sabor es simple, únicamente salsa, sin toppings ni variaciones llamativas. La dulzura suave de la masa y la acidez ligera de la salsa crean una armonía sencilla y sincera.
Una porción cuesta ¥300, pero la dueña devuelve ¥50 al pagar. Ella vivió tiempos difíciles durante la guerra y después de ella, y continúa esta costumbre con el deseo de que “los jóvenes sin mucho dinero también puedan comer bien”. Ese sentimiento aún vive en el puesto hoy.
| Cantidad | Precio (por plato) |
|---|---|
| 10 piezas | ¥300 |
| 15 piezas | ¥400 |
| 20 piezas | ¥500 |
| 25 piezas | ¥600 |
El takoyaki en Hiroko se prepara con más huevo, lo que le da un tono amarillo suave y característico.

Desde el primer bocado sorprende. Aunque tenga una ligera capa dorada afuera, no es el típico estilo “crujiente por fuera y suave por dentro”. Aquí, todo es suave — casi se deshace. Si lo tomas con los palillos, puede desmoronarse por sí solo.

La masa tiene una dulzura tenue. La salsa posee dulzor profundo y un toque ligero de acidez, sin dominar el sabor. El pulpo dentro es pequeño y no toma protagonismo. La armonía entre salsa y masa es la estrella.

Sin darte cuenta, diez piezas desaparecen fácilmente. La textura suave y cremosa hace que parezca “takoyaki para beber”. Comerlo provoca una sensación cálida y feliz.
Comer una porción puede tomar solo unos minutos. Aun así, la calidez de ese corto momento permanece. La fila tranquila en el callejón, la voz suave de la dueña—todo sigue el mismo tono amable que el sabor del takoyaki.

La dueña es muy cariñosa: ofrece té, regala dulces o helado a los niños. Atiende el puesto junto a su hija y su nieto, trabajando con una coordinación fluida.
El tono dorado de la masa parece suavizar también el corazón. Realmente es “el takoyaki dorado que trae felicidad”.

Cuando vuelvas a Tenma, probablemente querrás pasar de nuevo por aquí — aunque sea por un pequeño y tranquilo momento de consuelo.